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Opinión: Detrás de la oposición eólica...


Gubidxa Guerrero 

[Texto publicado en Enfoque Diario, el jueves 7/Feb/2013]

Los romanos eran maestros del disimulo, de las conspiraciones y de las tretas políticas. Podían tener adversarios públicos, con quienes mantenían un trato correctísimo en persona, no obstante procuraban perjudicar sus intereses por todos los medios posibles.
     Para los romanos el principal sospechoso de un crimen era quien resultara mayormente beneficiado. Por ahí solían comenzar las indagatorias para dar con los responsables de algún delito. En México nos hemos desacostumbrado a usar el sentido común. Donde hay violencia irracional, pero legítima, miramos provocadores. Donde existen agitadores profesionales, queremos ver líderes natos. Donde hay pueblos con reclamos justos, vemos minorías insignificantes.
     Si aplicamos la premisa latina a la problemática istmeña en torno al proyecto eólico, podríamos encontrar varias respuestas. Antes que todo, tendríamos que formular la siguiente pregunta: ¿Quiénes se benefician con la cancelación del proyecto de Mareña Renovables? Siendo realistas, no serán los pueblos, pues éstos continuarán, a lo sumo, en las mismas condiciones de marginación en que se encuentran actualmente. Tampoco saldrán beneficiadas las "organizaciones populares" que, a costa de su propio riesgo, están enfrentando a un monstruo empresarial. 
     Los potenciales beneficiados se hallan en la clase política y empresarial del más alto nivel. San Dionisio del Mar y Álvaro Obregón son pueblos que sirven de arena de disputas entre personajes poderosos. Así cómo hay políticos importantes respaldando a Mareña Renovables (entre los que destaca el Gobernador de Oaxaca), existen otros individuos con suficiente respaldo económico y político minando la gobernabilidad. 
     Desafortunadamente muchas personas de buena fe son engañadas por gente de uno u otro bando. Sin saberlo, muchos campesinos y pescadores humildes son utilizados como carne de cañón por individuos sin escrúpulos que, a como dé lugar, buscan la confrontación que deje al menos un muerto, para presentarlo ante los medios de comunicación como la "prueba" de la voracidad transnacional. Por otra parte, están quienes engañando a otro sector importante, hablan de las "bondades" del proyecto, sin reconocer que los pueblos no podrán beneficiarse de reducciones en las tarifas eléctricas, y que las condiciones de los contratos en el Istmo son muy inferiores comparados a los que se han firmado en otros lugares del mundo. Tampoco reconocen abiertamente que representan intereses extranjeros, pues aunque las leyes mexicanas amparen jurídicamente los nombres y otras minucias necesarias para el funcionamiento en suelo patrio, el dinero y las órdenes emanarán de otros países. 
     Si el proyecto de Mareña Renovables se cancela, el potencial energético no disminuirá. Tarde o temprano se construirán torres generadoras de electricidad en la zona. El dedo acusador de lo que acontece hoy, deberá apuntar hacia la empresa que logre implementar dicho proyecto. Y entonces me surge una duda: ¿El Estado Mexicano no puede aprovechar el potencial energético istmeño?