“Ayer se inauguró Liverpool en Salina Cruz. Pobres istmeños tontos que no saben comprar (aunque toda la vida se la hayan vivido mercando) e irán a endrogarse. Mejor hagan caso a los luchadores sociales (o a los riquillos de izquierda, con camionetas del año y compus mothernas) que ellos sí saben de negocios; que jamás entran a tiendas departamentales (sus aparatos les cayeron del cielo) y nunca se endeudan.
Pobres istmeños que no sabrán que hacer con una tiendota... ¡Protestemos desde una curul amarilla del Congreso! (donde el sueldo lo eroga el pueblo); ¡protestemos desde el DF y Oaxaca!; ¡desde Puebla y Veracruz!, donde, nada mensos, nos damos nuestras vueltas a las tiendas fresas (eso sí, nomás pa' conocer las entrañas del monstruo). Pobres istmeños tontos. Las tiendas son el diablo; y ustedes son tan inocentes, que se condenarán.
¿No ven que los diputados amarillos desayunan memelas, comen sopes y cenan tlacoyos afuera de San Lázaro? Si ellos usan sólo ropa de Mitla y aretes que venden los chairos. Congruentes, pues, nunca van a Sanborns, Liverpool o Walmart (pa' eso tienen chachas, faltaba más)”.
Cualquier negocio, por pequeño o grande que sea, se debe a sus clientes. Si hay productos de calidad, buenos precios, ofertas y facilidades de pago, tendrá clientela. De no ser así, correrá el riesgo de quebrar. Muchos negocios gigantes han cerrado por instalarse en lugares inadecuados o por la situación económica regional. Así también, algunos pequeños changarros han sabido crecer mediante hábiles estrategias de mercadotecnia.
El Istmo de Tehuantepec atrae inversiones de toda índole, pues el poder adquisitivo de un sector de la población no es pequeño (con todo y los continuos bloqueos carreteros). ¿Cuántos istmeños compran en grandes consorcios ubicados en Coatzacoalcos, Oaxaca, Tapachula o Tuxtla Gutiérrez? Para una parte de la población la apertura de Liverpool es vista como una mejora real. No obstante, siempre habrá un sector que se oponga a su instalación, satanizando todo aquello que represente una realidad distinta a la que quisieran.