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Desafío a la paz mundial: el ataque israelí sobre Gaza

 Gubidxa Guerrero 

“La prisión más grande del mundo", fue como llamó Noam Chomsky (lingüista e intelectual estadounidense de origen judío) a la Franja de Gaza, Palestina, en Oriente Medio. 

Hace pocos días el personaje estuvo en la zona donde viven hacinadas más de un millón y medio de personas, en un terreno mucho más pequeño que los Valles Centrales de Oaxaca. La Franja de Gaza es una de las dos porciones de tierra que todavía quedan en manos del pueblo palestino. Aunque decir “en manos” es una quimera, ya que dicho territorio no goza de ninguna soberanía.

Hace poco menos de cuatro años el Estado de Israel lanzó una ofensiva militar sin precedentes sobre Gaza, matando a más de 1,400 personas, en su mayoría civiles, contra apenas una docena de israelíes. Las imágenes de horror, en las escuelas y hospitales, fueron condenadas tajantemente por los gobiernos mundiales. El cambio de administración en Estados Unidos de América fue lo que permitió a las autoridades hebreas lanzar aquel ataque, pues se ejecutó semanas antes de la toma de posesión de Barack Obama.

Desde hace algún tiempo Israel viene amagando con realizar un “ataque preventivo” contra las instalaciones nucleares de la República Islámica de Irán, lo que desencadenaría una escalada de consecuencias imprevisibles, pues Irán cuenta con el respaldo de Rusia y China, además de que tiene unas respetables fuerzas armadas.

Lo que ha ayudado a frenar el belicismo israelí contra Irán, es la negativa estadounidense para respaldar dicha ofensiva; pues sus bases militares alrededor del Golfo Pérsico serían atacadas con misiles. Un precio que Washington no está dispuesto a pagar.

En pocos lugares, como en Israel, las elecciones norteamericanas generaron más expectación, ya que de la derrota de Obama dependía la luz verde para los planes de ataque israelíes. Los grupos de interés judíos apoyaron al bando republicano, esperando que sus políticos respaldaran en todo a Benjamín Netanyahu, Primer Ministro de Israel. 

Grande fue la decepción cuando los noticiarios del mundo reseñaron la victoria del presidente demócrata. Con Obama por cuatro años más, los planes belicistas tendrían que ser reconsiderados, tratándose de Irán. Pero… ¿y los palestinos?

A diferencia de la nación persa, la Franja de Gaza y Cisjordania constituyen pequeños islotes que ni siquiera son considerados un Estado. Disponen de pocos medios militares para defenderse, por lo que su principal forma de embate contra la ocupación israelí son los atentados suicidas o los cohetes caseros (a los que la prensa suele denominar ‘misiles’). 

De cualquier manera, entre Israel y los Territorios Ocupados palestinos había imperado la paz de los fusiles, misma que fue rota el miércoles, cuando los militares hebreos mataron a Ahmed Yabari, líder del ala militar de Hamas (la organización que gobierna Gaza), así como a dieciséis personas más, entre ellos algunos niños y una mujer embarazada.

La decisión fue de Netanyahu, sabiendo que vendría una respuesta desesperada de los milicianos palestinos. Las justificaciones del régimen judío son similares a las de otros años: Israel sólo está defendiéndose de los terroristas. Sin embargo, el contexto político ha cambiado en la región, pues Egipto --el otrora aliado israelí-- ya cuenta con nuevo gobierno. Hezbolá (poderoso partido-guerrilla de Líbano) es hoy más fuerte que nunca, e Irán goza de tecnología militar avanzada. Si a eso sumamos la relección del presidente de Estados Unidos, vemos la medida como un tanto insensata.

No obstante, los dirigentes hebreos no son ningunos tontos. ¿Qué intereses se encuentran detrás de esta nueva agresión? Desde mi punto de vista hay lugar para tres opciones: 1.- Gaza a cambio de Irán (en un intento de parecer ‘fuerte’ ante el mundo). 2.- Un desafío directo a la administración norteamericana (queriéndola obligar a que dé su respaldo a estas matanzas). 3.- Un intento de frenar la admisión de Palestina a la ONU como país observador (votación que se hará en algunos días, y que como medida diplomática de primer nivel preocupa más a los líderes israelíes, que los cohetes artesanales). 

De cualquier manera, la humanidad no puede ver impasible cómo una de las potencias militares del planeta masacra a un pueblo empobrecido y ultrajado en los últimos sesenta años. 


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Texto publicado en Enfoque Diario el viernes 16/Nov/2012.